Enclavado a los pies del Pic de Chérue, el refugio del mismo nombre es el pequeño refugio ideal que uno podría dibujar en una acuarela de montaña. Para completar este escenario de ensueño, podemos añadir los isardos y las marmotas que retozan en los pastos floridos, bajo el majestuoso vuelo de los buitres leonados. ¡Corramos allí!